viernes, 11 de febrero de 2011

LA TERMINAL EN EL AEROPUERTO DEL PRAT.

Leyendo el periódico he encontrado este interesante artículo sobre la Terminal II, Barcelona. Como si una versión nacional de La Terminal o Tombés du ciel en el aeropuerto del Prat se tratase, la realidad supera a la ficción con Javier como protagonista.


“Entre la veintena de indigentes habituales –españoles, alemanes, italianos, argentinos, rumanos…- en las dos terminales de El Prat, uno destaca sobre el resto. Sobresale por un nivel cultural superior, por la lucidez y por la serenidad.”

Continúa leyendo el artículo completo:

Mil noches en la Terminal 2 | Barcelona | elmundo.es


miércoles, 9 de febrero de 2011

A text by Bobby N. Adams.


Travelers and residents of the cities of San Diego and Hong Kong have all been challenged by the close proximity of airplanes to the urban landscape. Suddenly the nose of an MD-11 or 757 with its landing gear extended will break over the top of an tall building – there is the momentary illusion that the plane is about to land on the roof of the skyscraper, but its speed is much too fast and the landing strip far too short, and the illusion is over in a second.


The process of making these photographs requires patience and time to become familiar with unique flight patterns, and accessible landscapes surrounding various airports. My objective is to frame an interesting composition before an aircraft pierces into this stationary landscape. With good timing an enormous steel bird is stopped in motion in a location where it doesn’t feel like it belongs. Some of these images are imbibed with a cocktail of subtle doom that plays upon our fear of a catastrophic accident or terrorism. In other words, this airplane doesn’t belong in this picture.

These images also explore the mystery of flight. How does a mechanical bird (747) weighing 127 tons stay aloft? It defies the imagination. Part of our puzzlement is due to the fact that the photographs have stopped the forward motion of the aircraft, making it appear to be suspended in the air or tangled in the landscape. Weight, gravity, and common sense maintain that this enormous hunk of metal should remain earthbound and not suspended above a cityscape.


Visit his website and enjoy his photos: http://www.bobbyneeladams.com

martes, 8 de febrero de 2011

En septiembre del año pasado, el periódico inglés The Sunday Times destapaba las oscuras prácticas que llevaba a cabo la compañía Ryanair para ahorrar dinero. Lo más inquietante de todo fue el contenido de un informe interno que la compañía había enviado a sus pilotos exigiendo una política de reducción de costes mediante el racionamiento de las reservas de combustible cargadas. Se recortaba el poder discrecional del comandante de requerir una carga adicional del 5 por ciento del combustible que demande cada vuelo para imprevistos y desvíos. Lo publicado confirmaba también que Ryanair enviaba cartas de advertencia a los pilotos que pedían más combustible sin ofrecer explicaciones, como medida de presión. Sin embargo, según las normas europeas de seguridad aérea, todo avión de pasajeros debe cargar combustible suficiente como para mantenerse en el aire entre 30 y 45 minutos más de lo que exige su trayecto. Concretamente, deben incluir carburante para llegar a uno de los denominados “aeropuertos alternativos”, por si surge la eventualidad de que no pueda aterrizar en el destino por cualquier motivo.


No llevar a cabo estas prácticas, lo que puede llegar a poner la seguridad del pasaje en peligro, es perseguido pero no fácil de demostrar. Sin embargo, en el sector son de sobra conocidas. Esto lo demuestra la conversación que publicó la web elconfidencialdigital.com entre un piloto de Iberia y la torre de control con un avión de Ryanair de por medio y otros aviones que esperaban para aterrizar. A continuación transcribimos la misma.


Segunda quincena de octubre. Una decena de aviones comerciales sobrevuelan Barajas en la zona asignada por la torre de control. Esperan para aterrizar porque hay saturación en el aeropuerto. De repente, irrumpe en la frecuencia común a todas las aeronaves la voz de un piloto de Ryanair:


“Torre, voy corto de combustible. Permiso para bajar”. Y entonces se desató la tormenta.


Antes de que la torre pudiera responder a la demanda del aparato de Ryanair, se escuchó la voz del comandante de uno de los aviones de Iberia que estaban a la espera, orbitando en torno a los 14.000 pies de altura estipulados:


-“Madrid. Entiendo que el Ryanair declara emergencia por falta de combustible”.


El término al que aludía el piloto no es inocente. Una cosa es informar a la torre de que se anda corto de combustible (solicitando simplemente ‘prioridad en el aterrizaje’) y otra bien distinta declarar la denominada ‘emergencia de combustible’, que se emplea en situaciones excepcionales, cuando el avión necesita máxima prioridad.


En esos casos, el piloto debe pronunciar por radio hasta tres veces la clave ‘mayday’ e informar sobre el tipo de contingencia. A partir de ahí, el resto de aeronaves pierden cualquier tipo de precedencia y la torre de control más cercana tiene la obligación de centrarse en el avión afectado. Tendrá primacía para todo. Sin embargo, tras el aterrizaje, un suceso así debe ir acompañado ineludiblemente de una investigación por parte de las autoridades del aeropuerto, un procedimiento que puede tener consecuencias para la aerolínea.


Tras la intervención del piloto de Iberia, control de Barajas se dirigió a la tripulación de Ryanair atendiendo a la indicación del Iberia:


- “A ver, Ryanair. ¿Me confirma ‘emergencia por falta de combustible’ para darle máxima prioridad?


La respuesta no se hizo esperar: -“Negativo, negativo. No declaro emergencia por falta de combustible”.


De nuevo sin dejar intervenir a la torre, se escuchó la voz imperiosa del comandante de Iberia: -“Torre, le informo de que, si usted da ahora autorización para aterrizar a este Ryanair, haré una denuncia contra usted y contra esa compañía”.


No hizo falta más. El comandante de Ryanair pidió con urgencia un aeropuerto alternativo (para Barajas son Salamanca –el más cercano-, Zaragoza y Valencia) y salió sin más dilación hacia allá.


Lo más sorprendente de todo fue lo que se produjo a continuación: por la frecuencia de radio se comenzaron a escuchar las voces de los pilotos que se encontraban a la espera, que habían asistido al rifirrafe, y que reaccionaron con vivas, aplausos y felicitaciones al Iberia:

“Bravo, compañero. Eso es. Tolerancia cero. Se acabó. Ya era hora de pararles los pies a estos tipos...”.

Las compañías españolas han decidido rebelarse contra Ryanair.


Artículo completo en: El Confidencial Digital - Artículo - Las argucias de las aerolíneas para ahorrar fuel. Un avión de Ryanair se ve obligado a declarar “urgencia por combustible” tras una demora de 15 minutos por una tormenta

RYANAIR, Un negocio aéreo al límite.

Aeropuerto de Alicante. Un avión de Ryanair está embarcando a los pasajeros y cargando combustible a la vez. Nadie se lo impide pese a estar vulnerando las normas de seguridad. Pero lo más grave es que la aeronave está aparcada en una zona que cruza un vial de doble sentido, lo que obliga a poner en marcha una coordinación especial para embarcar por parte del personal de tierra de la compañía, que no existe.

Aeropuerto de Madrid-Barajas. Dos tripulantes de Ryanair acceden a uno de sus aviones con tarjetas personales expedidas por Aena, habilitadas para abrir las puertas de embarque. Ningún tripulante de otra compañía posee estas tarjetas, según denuncia un piloto.

Aeropuerto de Reus. El pasado mes de enero, un avión de Ryanair que cubría el vuelo Alicante-Zaragoza se desvió a Reus –su aerpuerto alternativo– por mala meteorología. La tripulación declaró emergencia por ir corto de combustible antes de aterrizar en su nuevo destino. ¿Cómo es posible que la aeronave fuese al límite de queroseno, cuando debía llegar a Zaragoza?

Estos tres casos son testimonios de pilotos de otras compañías. Y es que el negocio de Michael O’Leary, el máximo responsable de la aerolínea irlandesa, la 'low cost' líder en Europa, triunfa a costa de estar siempre al filo de la navaja. Sólo así puede jactarse de decir que su compañía tiene las tarifas más bajas.

Escudándose en la filosofía del bajo coste –cobrar sólo por los servicios prestados– y buscando nuevas fórmulas de ahorro, Ryanair lleva al límite a sus aviones, tripulaciones y procedimientos de vuelo, según denunciaron a este diario fuentes de la industria aérea. Todo acompasado por negocios adicionales en torno a la aerolínea. Entre ellos, las subvenciones que recibe de algunos gobiernos autonómicos –sobre todo, en España–, a cambio de llevarles turistas, o la compra-venta y el leasing –alquiler con opción a compra– de aeronaves.

Los empleados deben financiarse su formación

En cuanto a sus tripulaciones, tanto comandantes como copilotos deben tener el curso de calificación de vuelo ya realizado, evitando así a la compañía financiárselo. Esta formación cuesta entre 15.000 y 18.000 euros, en función del tipo de avión.

Los tripulantes de cabina (azafatas) deben pagarse su formación y sus contratos suelen ser de seis meses, a renovar en función de la venta a bordo que realicen, según confirmaron fuentes cercanas a la aerolínea.

En el caso de los pilotos, Ryanair recurre a 'brokers' para conseguirlos. Se trata de empresas de trabajo temporal que proporcionan pilotos a quienes los demandan.

Fuentes cercanas a la compañía advirtieron, incluso, que cuando un avión sufre algún incidente y la tripulación tiene que dormir fuera de casa, los trabajadores deben costearse el alojamiento y la comida.

Cobrar por todos los servicios usados

Lo que empezó siendo un bulo en los corrillos aéreos tiene visos de convertirse en realidad. Ryanair está pensando, seriamente, en cobrar al pasajero por usar el baño del avión, según las palabras de su consejero delegado, en la revista de la compañía.

Una nueva tasa que aspira a sumarse a las que ya tiene Ryanair. La compañía promociona billetes a cero euros, pero después cobra, con creces, cualquier movimiento del pasajero. La aerolínea contempla nueve tasas ante la compra de un billete.

  • Primera, facturación en línea, es decir, pagar por realizar el 'check in' a través de internet. En este caso, el viajero deberá abonar cinco euros si hizo la reserva 'on line' o 10 euros si la realizó a través de una agencia de viajes o en el aeropuerto.
  • Segunda, tasa de tramitación. En este caso, Ryanair cobra cinco euros, por pasajero y vuelo, que justifica como costes asociados a su sistema de reservas.
  • Tercera, una tasa de prioridad de embarque de entre cuatro y cinco euros.
  • Cuarta, una tasa por llevar un bebé a bordo. Aquellos viajeros que lleven a un niño menor de dos años tendrán que sumar al precio de su billete 20 euros.
  • Quinta, una tasa por equipaje, que dependerá de si el pasajero factura una o dos maletas, de no más de 15 kilos cada una. Si se trata sólo de una bolsa, el coste será de entre 15 euros (reserva 'on line') y 35 euros (reserva por agencia). Con una segunda bolsa, el precio asciende a 35 y 70 euros, respectivamente.
  • Sexta, la tasa por exceso de equipaje. Aunque resulte increíble, Ryanair cobra 20 euros por kilo que exceda el peso de la maleta.
  • Séptima, una tasa por emitir el billete en el mostrador de facturación del aeropuerto. Es decir, aquella persona que no lleve la tarjeta de embarque en mano, impresa en casa, tendrá que pagar 40 euros.
  • Octava, una tasa de modificación de vuelo de entre 25 euros (reserva ‘on line’) y 55 euros (reserva por agencia).
  • Y novena, una tasa de cambio de nombre del titular del billete. En este caso, el coste será de entre 100 y 150 euros.

Con este escenario de fondo, los billetes de Ryanair ya no son los más baratos, sobre todo si reservó su vuelo en una agencia o en el aeropuerto, y tuvo que sacar la tarjeta de embarque en el mostrador. Mínimo, 40 euros más.

Artículo completo en: Ryanair, un negocio aéreo al límite | elmundo.es

RYANAIR, LA CARA OCULTA DEL BAJO COSTE.

Un documental de Karen Edwards producido por Steve Boulton Productions.

RYANAIR; Caught Napping.


Información de Roxanna Dourthe.

jueves, 3 de febrero de 2011

La experiencia fascinante de volar, por Andy Stalman.

Cuando era pequeño había dos cosas que me fascinaban de viajar en avión. La primera era el momento del despegue, cuando los motores se llenaban de potencia y el avión se iba comiendo la pista a una velocidad increíble. Recuerdo esa sensación de mi cuerpo hundiéndose en el respaldo por la propia inercia. Y también el instante en el que al dejar tierra todo lo que hasta hacía poco era grande se iba transformando en diminuto. Me daba igual si era de día o de noche, aunque de noche agregaba algo más de magia. La segunda, era mirar por las ventanillas las formas de las nubes. Un elefante, un dinosaurio, un pato, una pelota de fútbol, un barco pirata. Las nubes siempre hicieron que mi imaginación fuera más allá. Atravesarlas para aterrizar era una experiencia inenarrable.


Ha pasado mucho tiempo pero esas maravillosas sensaciones siguen intactas. Empieza un nuevo año y con él una década. Hace poco tuve la oportunidad de vivir la entrada del año en un vuelo de Iberia de Madrid a Buenos Aires. El avión despegó prácticamente sobre la medianoche, entre brindis y uvas. La imagen de Madrid iluminada por los fuegos artificiales que se observaba desde la ventanilla fue un espectáculo inolvidable.


Por mi trabajo, viajar es cada día más habitual para mí. Este mundo global e interconectado ha puesto el hecho de volar en el centro de la escena. En el transcurso de 2010 más de 100 vuelos con destino a Europa, Asia y Latinoamérica me hicieron desconectar de un mundo para conectarme con otros.


Me gusta el avión porque nos permite sumergirnos en una dimensión distinta. Desconectando de la tierra, dejo atrás los mails, las redes sociales, el móvil, para adentrarme en esa sensación entre mágica e ilógica de estar a diez mil metros de altura.


Viajar es sin duda una de las experiencias más fascinantes a las que el hombre puede acceder. Volar no solo es físico, sobre todo es emocional. Viajo hacia lo desconocido, hacia un encuentro, hacia una oportunidad, hacia una expectativa, un descubrimiento, una emoción, vivencias que empiezan y terminan en el avión, aunque luego duren muchos años más.

Empieza un fascinante y desafiante 2011. Arranca una década donde viajar, experimentar, conocer y aprender serán parte de la formación personal y profesional. Cada vez que los motores aceleran y mi cabeza se apoya en el respaldo miro por la ventanilla pensando en las nuevas sensaciones a lo largo de este viaje.



The Fascinating Experience of Flying.


When I was small, there were two things that fascinated me about travelling by plane. The first was the moment of takeoff, when the engines filled up with power and the aircraft ate up the runway at an incredible spreed. I remember the sensation of my body sinking into the back of the seat with my own inertia, and also the moment of liftin off, when everything that had been big shrank steadily until it became tiny. I didn´t care if it was day or night, although the night added a little more magic. The second thing was looking out of the window at the shapes of the clouds: an elephant, a dinosaur, a duck, a football, a pirate ship. The clouds always sent my imagination wandering. Coming down through them to land was an indescribable experience.


That was a long time ago, but those marvellous sensations remain intact. A new year is beginning, and with it a new decade. Not long ago, I had the opportunity to see in the New Year on an Iberia flight from Madrid to Buenos Aires. The plane took off almost at midnight amidst toasting and the traditional grapes. The view from the window of Madrid lit up by fireworks was an unforgettable sight.


My job makes me travel more and more regularly. This globalised and interconnected world has put flying centre stage. In the course of 2010, over 100 flights to Europe, Asia and Latin America disconnected me from one world to connect me with others.


I like planes because they submerge us in a differente dimension. Severed from the earth, I leave my emails, social networks and cellphones behind me and surrender to the magical illogical sensation of being at a height of ten thousand metres.


Travelling is undoubtedly one of the most fascinating experiences available to man. Flying is not only physical but above all emotional. I travel towards an encounter, towards an opportunity, towards an expectation, a discovery, an emotion, experiences that start and end on a plane even if they then last many years longer.


A fascinating and challenging 2011 is begining. It is the start of a decade when travelling, experiencing, discovering and learning will form part of personal and professional development. Every time the engines accelerate and my head rest back against the seat, I look out of the window and thing about the new sensations this journey will bring me.

martes, 1 de febrero de 2011

Antiguo Aeropuerto del Prat. BCN




Las horas de espera en un aeropuerto te hacen valorar y apreciar cosas absurdas, como el movimiento de esta puerta giratoria, que me hipnotizó durante las 2 horas que esperé porque mi vuelo, una vez más, salía con retraso.